domingo, 12 de mayo de 2013


Índice




EL QUESO

El queso es un alimento sólido elaborado a partir de la leche cuajada de vaca, cabra, oveja, búfalo, camello u otros mamíferos rumiantes. La leche es inducida a cuajarse usando una combinación de cuajo (o algún sustituto) y acidificación. Las bacterias se encargan de acidificar la leche, jugando también un papel importante en la definición de la textura y el sabor de la mayoría de los quesos. Algunos también contienen mohos, tanto en la superficie exterior como en el interior.
http://www.educar.org/inventos/queso.jpgPara los antiguos griegos "el queso era un regalo de los dioses". Hay centenares de variedades de queso. Sus diferentes estilos y sabores son el resultado del uso de distintas especies de bacterias y mohos, diferentes niveles de nata en la leche, variaciones en el tiempo de curación, diferentes tratamientos en su proceso y diferentes razas de vacas, cabras o el mamífero cuya leche se use. Otros factores incluyen la dieta del ganado y la adición de agentes saborizantes tales como hierbas, especias o ahumado. Que la leche esté o no pasteurizada también puede afectar al sabor.
Para algunos quesos se cuaja la leche añadiéndole ácidos tales como vinagre o jugo de limón. Sin embargo, la mayoría se acidifican en grado menor gracias a las bacterias que se le añaden, que transforman los azúcares de la leche en ácido láctico, a lo que sigue la adición de cuajo para completar el proceso de cuajado. El cuajo es una enzima tradicionalmente obtenida del estómago del ganado lactante, pero actualmente también se producen sustitutos microbiológicos en laboratorio. También se han extraído «cuajos vegetales» de varias especies de la familia de cardos Cynara.
La palabra queso deriva del latín caseus. Sin embargo en la época romana se hizo famoso el término formaticum entre los legionarios, de caseus formatus, que significa queso moldeado. Así se tiene que en francés se diga fromage, en italiano formaggio o en catalán formatge.

Historia.

http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR_VDgKkldFi46jeglAz0sI9tRddId6VhZ0mJ8b99yfZ-4V3WVOrgEl queso se trata de un alimento antiguo cuyos orígenes pueden ser anteriores a la historia escrita. Su fabricación se extendió por Europa y se había convertido en una empresa sofisticada ya en época romana. Cuando la influencia de Roma decayó, surgieron técnicas de elaboración locales diferentes. Esta diversidad alcanzó su cúspide a principios de la era industrial y ha declinado en cierta medida desde entonces debido a la mecanización y los factores económicos.
Desde las antiguas civilizaciones, el queso se ha almacenado para las épocas de escasez y se le considera un buen alimento para los viajes, siendo apreciado por su facilidad de transporte, buena conservación y alto contenido en grasa, proteínas, calcio y fósforo. El queso es más ligero, más compacto y se conserva durante más tiempo que la leche a partir de la que se obtiene. Los fabricantes de queso pueden establecerse cerca del centro de una región productora y beneficiarse así de leche más fresca, más barata y con menor coste de transporte. La buena conservación del producto permite a los fabricantes vender sólo cuando los precios están altos o necesitan dinero. Algunos mercados incluso pagan más por quesos viejos, justo al contrario de lo que ocurre con la producción de leche.

Orígenes.

Los orígenes de la elaboración del queso están en discusión y no se pueden datar con exactitud, aunque se estima que se encuentran entre el año 8000 a. C. (cuando se domestica la oveja) y el 3000 a. C.
http://www.euskonews.com/0220zbk/argazkiak/paloma6.jpgLeyendas aparte, probablemente surgió como una manera de conservar la leche, aplicándole sal y presión, antes de usar un fermento por primera vez, quizás al comprobar que los quesos hechos en estómagos de animales tenían una mejor y más sólida textura. Las pruebas arqueológicas más antiguas de la manufactura del queso se han encontrado en murales de tumbas del Antiguo Egipto, datadas sobre el 2300 a. C. Estos primeros quesos probablemente tendrían un fuerte sabor y estarían intensamente salados, con una textura similar a los quesos feta o requesón.
Las ovejas fueron domesticadas hace 12.000 años y en antiguo Egipto se cuidaban vacas y se les ordeñaban para tener la leche por lo que es lógico pensar que también harían quesos. La leche se conservaba en recipientes de piel, cerámica porosa o madera, pero como era difícil mantenerlos limpios, la leche fermentaba con rapidez. El siguiente paso fue el de extraer el suero de la cuajada para elaborar algún tipo de queso fresco, sin cuajo, de sabor fuerte y ácido.
Desde Oriente Medio, las habilidades en la manufactura del queso se introdujeron en Europa, donde climas más fríos hacían necesario menos cantidades de sal para la conserva. Con la reducción de sales y ácidos, el queso se convirtió en un ambiente propicio para bacterias y mohos, encargados de darle su sabor característico.

Época clásica

http://histoireenprimaire.free.fr/images/paysanstravailchamp.jpgLa mitología de la Antigua Grecia atribuía a Aristeo el descubrimiento del queso. En La Odisea de Homero (siglo VIII a. C.) se describe a un Cíclope haciendo y almacenando quesos de oveja y cabra.
En los tiempos de la Antigua Roma era un alimento que se consumía a diario, y su proceso de fabricación no distaba demasiado a como se hace actualmente fuera del ámbito industrial. En el Re Rustica de Columela (cerca del 65 d. C.) se detalla la fabricación de quesos con procesos que comprenden la coagulación con fermentos, presurización del cuajo, salado y curado. La Naturalis Historia de Plinio el Viejo (77 d. C.) dedica un capítulo (XI, 97) a describir la diversidad de quesos consumidos por los romanos del Imperio. Sostenía que los mejores eran los galos procedentes de Nimes, aunque no se podían conservar demasiado tiempo y debían consumirse frescos. Los quesos de los Alpes y Apeninos tenían una variedad tan considerable como hoy en día. De los extranjeros, Plinio prefería los de Bitinia, en la actual Turquía.

El legado de Roma en Europa

 

Roma extendió sus técnicas en la manufactura del queso por gran parte de Europa, introduciéndolas en regiones sin conocimiento de ellas hasta el momento. Con el declive de Roma y el colapso en el comercio de grandes distancias, la diversidad del queso en Europa aumentó sensiblemente, con distintas regiones desarrollando sus propias tradiciones distintivas. Francia e Italia son los países con una mayor gama de tipos de queso distintivos actualmente, con unos 400 tipos aproximadamente cada uno. Muestra de ello es el proverbio francés que sostiene que hay un queso francés diferente para cada día del año, como también la cita del presidente francés Charles de Gaulle "¿Cómo es posible gobernar un país en el que hay 246 clases de queso?".
A pesar de todo, los avances en la artesanía del queso en Europa progresaron lentamente en los siglos posteriores a la caída de Roma. Muchos de los que conocemos actualmente aparecieron como tales en la Baja Edad Media o después. Se conserva un documento del año 959 escrito en el monasterio de Santo Domingo de Silos, en la provincia castellana de Burgos, consistente en una relación de los quesos dispensados por el monasterio de Rozuela (La noticia de kesos), y que supone la primera manifestación conocida de la lengua romance castellana derivada del latín. Quesos actuales como el cheddar datan del año 1500, el parmesano en 1597, el gouda en 1697 y el camembert en 1791, por poner algunos ejemplos.

Tiempos modernos

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http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR5Alh_xsd5vqFhULdoY6XJ7RI5cNC0dr6ulfMmNKpsWfMyk_3WmAA pesar de estar ligado a la cultura moderna europea y mediterránea, el queso era prácticamente desconocido en las culturas orientales, no había sido inventado en la América precolombina, y tenía un uso bastante limitado en África subsahariana, siendo popular y estando desarrollado sólo en Europa, Oriente Medio y en las áreas fuertemente influenciadas por su cultura. Pero con la extensión, primero del imperialismo europeo, y después de la cultura euro americana, poco a poco el queso se ha dado a conocer y se ha hecho popular en todo el mundo.
La primera fábrica para la producción industrial del queso se abrió en Suiza en 1815, pero fue en los Estados Unidos donde la producción a gran escala empezó a tener realmente éxito. Se considera responsable de ello frecuentemente a Jesse Williams, propietario de una granja lechera de Rome, Nueva York, y que en 1851 empezó a fabricar queso en una cadena de montaje con la leche de las granjas cercanas. Durante décadas, fueron comunes este tipo de asociaciones entre granjas.
Los años 1860 mostraron las posibilidades de la producción de queso, y sobre el cambio de siglo la ciencia comenzó a producir microbios puros. Antes de esto, las bacterias se obtenían del medio ambiente o reciclando otras ya usadas. El uso de microbios puros significó una producción mucho más estandarizada. Se empezaron a producir lo que se denomina queso procesado.
La producción industrial de queso adelantó a la tradicional en la Segunda Guerra Mundial, y las fábricas se convirtieron en la fuente de la mayoría de quesos en América y Europa desde entonces.

Producción y consumo en el mundo.

El queso es uno de los principales productos agrícolas del mundo. Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, en 2004 se produjeron en el mundo más de 18 millones de toneladas. Esta cantidad es superior a la producción anual de granos de café, hojas de , granos de cacao y tabaco juntos. El mayor productor de queso es Estados Unidos, que asume un 30 por ciento de la producción mundial, seguido de Alemania y Francia.
En cuanto a las exportaciones, el país con mayor valor monetario de ellas es Francia, seguido de Alemania, que es el mayor en cuanto a cantidad. De los diez mayores países exportadores, sólo Irlanda, Nueva Zelanda, Países Bajos y Australia tienen un mercado mayoritariamente oriental, con un 95, 90, 72 y 65 por ciento de sus producciones exportadas, respectivamente. A pesar de ser Francia el mayor exportador, tan solo un 30 por cien de producción es exportado. Y la de los Estados Unidos, el mayor productor, es prácticamente despreciable, ya que la mayor parte de su producción es para el mercado doméstico. Los países que más queso importan son Alemania, Reino Unido e Italia, por este orden.


Aspectos culturales.

El queso no tiene una presencia significativa en la cocina asiática, ni como alimento diario, ni como ingrediente en otros platos. La razón ha sido estudiada por la antropología cultural, y es de las pocas a las que Marvin Harris reconoce tener causa genética (el predominio genético de la intolerancia a la lactosa en la población adulta, que en cambio es escaso en la población indoeuropea), aunque no renuncia a encontrarle a su vez una causa eco social:
China nunca aceptó los productos lácteos. Los chinos consideran que la leche es una secreción repugnante y que beberse un vaso es como beber un vaso de saliva. Cerca del 90% de los chinos y de los pueblos no ganaderos habitantes del Asia oriental carecen de lactasa suficiente para digerir leche sin fermentar en la edad adulta. Pero obsérvese que la respuesta a la pregunta de por qué los chinos aborrecen la leche no puede ser simplemente que es porque les pone enfermos. Si hubiesen adoptado la producción de leche como una modalidad de producción de alimentos, los chinos, al igual que los habitantes del Asia meridional, podrían haber superado con facilidad su insuficiencia de lactosa, consumiendo fermentados... La respuesta está relacionada con la diferencia entre las limitaciones y las oportunidades ecológicas de los hábitats chinos e indio, y debe darse en términos de selección cultural, y no de selección natural... China, para conseguir los animales de tracción que necesitaba, dependía del comercio con los pastores del interior de Asia. Por esta razón los agricultores chinos no tenían motivos para criar vacas en sus pueblos. Si no hay vacas, no puede haber leche ni cocina basada en ella... En China los cerdos ocupan el principal nicho carroñero... la carne y el tocino de cerdo son a la cocina china lo que la leche y la mantequilla a la india.
A pesar de ello, en China actualmente el consumo está aumentando notablemente, con el doble de ventas en 2006 a las de 1996 (aunque todavía con cantidades pequeñas de treinta millones de dólares USD al año). Un alimento tradicional chino es el tōfu, cuya fabricación y textura son muy parecidas a la del queso, pues consiste en la coagulación de la leche de soja (a base de soja y agua). El tōfu es comúnmente llamado "queso chino". En otras partes de Asia se puede encontrar fabricado con leche de yak, o incluso de yegua en las estepas siberianas, en el ema datsi, el plato típico de Bután, a base de queso casero y chile (ajíes); o en la India, donde se usa una variedad llamada paneer para acompañar al curry.
Los seguidores más estrictos de las leyes dietéticas del judaísmo e islamismo sólo pueden consumir quesos cuyo cuajo provenga de un animal matado de acuerdo a lo especificado en el halal musulmán, o también puede sustituirse por un cuajo de origen vegetal (en el cashrut judío), . Muchos judíos menos estrictos consideran que el proceso al que se somete el cuajo cambia su naturaleza hasta tal punto que no puede violar las leyes del cashrut. De todos modos, al estar considerado como un alimento primario, nunca puede ser consumido por un judío combinado con carne.
Muchos vegetarianos evitan también el consumo de quesos fabricados a partir de un cuajo de origen animal. Por esta razón existe una amplia variedad de quesos fabricados con un cuajo obtenido de la fermentación del hongo mucor miehei. Los veganos y otros vegetarianos no consumen queso real, aunque sí existen sustitutos con ingredientes únicamente de origen vegetal, normalmente elaborados con productos a base de soja.
Incluso en culturas con una larga tradición en quesos, es fácil encontrar a personas que lo rechazan, especialmente aquellos con un sabor y olor más fuerte, como el roquefort. El escritor Harold McGee, especialista en química alimentaria, sostiene que el queso adquiere tal sabor como parte de una descomposición controlada, y que algunas de las moléculas causantes de su olor y sabor pueden aparecer también en la comida podrida.


                                   Tipos de queso.
La gran gama de quesos existentes hace imposible una clasificación única de los mismos. Son muchas las características que los definen, como el grado de añejamiento, o curado, la procedencia de la leche usada, su textura o su contenido en grasa. A continuación se describen varios tipos, o características, de ellos.
Queso Fresco: no tiene maduración, con alto grado de humedad, y deben mantenerse refrigerados y consumirse en poco tiempo.
Queso de pasta hilada: como la mozzarella, de consistencia semiblanda.
Queso de pasta dura: son compactos y quebradizos. Se mantienen a temperatura ambiente, en lugares frescos. Por ejemplo los quesos para rallar, el Sardo y el Reggianitto. Los de mediana humedad, de color blanco-amarillento, como los quesos de postre, son de pasta semi-dura.
Queso fundido: se obtienen de otros quesos. Son de pasta compacta o untables, y permiten agregados de otros elementos, como trocitos de jamón.
La ricota o quesillo: es una masa granulosa, que se produce por la precipitación de las proteínas de la leche debido a ácidos o bacterias. Debe mantenerse refrigerada.

Denominaciones de origen

 

La gran mayoría de quesos se identifican con la zona geográfica de la que proceden. En ciertos países esto se puede regular a través de las denominaciones de origen, con las que se intentan proteger las variedades que desde tiempos antiguos se producen en una zona determinada, contra productores de otras zonas que quisieran aprovechar el buen nombre que han creado los originales.
En España hay 23 quesos protegidos, entre los que destaca el queso manchego, una de las grandes señas de identidad de la región de La Mancha, junto al Quijote de Miguel de Cervantes. Existe una gran variedad de marcas que comercializan quesos industriales que lo imitan, pero no pueden indicar que se trata de queso manchego, aunque estén fabricados en La Mancha.
Esta indicación geográfica está regulada para los países miembros de la Unión Europea, aunque con particularidades para cada uno de ellos. Funciona de forma muy parecida en Francia, donde se denomina Appellation d'Origine Contrôlée, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, en el primer intento de proteger el queso roquefort. Este queso fue el primero en obtener la acreditación de la ley moderna francesa, que ya cubre a más de 40 quesos diferentes...

 

Tipos de leche usada

 

La leche más utilizada en la fabricación de quesos es la leche entera de vaca, debida principalmente a que es la leche con mayores números de producción. Los quesos obtenidos a partir de leche vacuna proceden de zonas fértiles, aptas para la ganadería bovina, como las llanuras del norte de Europa, los Alpes, los Pirineos o la Cordillera Cantábrica. Hoy en día la producción de estos quesos se ha extendido por todo el mundo, con el uso de leche procedente de granjas lecheras.
Claros ejemplos de quesos de vaca son el gouda neerlandés, el emmental suizo, o el queso de tetilla de Galicia, todos ellos con texturas, sabor y color parecido. En general, la leche de vaca da al queso un sabor más suave que la de otros tipos de queso, aunque ello depende de otros muchos factores, por lo que es fácil encontrar quesos de vaca de sabor muy fuerte, como el Harzer Käse alemán, o el gorgonzola italiano.
La leche de vaca entera es muy rica en grasa, por lo que es común utilizar leche desnatada, o semidesnatada, con el fin de reducir el contenido en grasa. Sin embargo, la grasa es uno de los elementos que más influye en el sabor del queso, y por norma general, usar leche desnatada es sinónimo de pérdida de sabor.
En las zonas mediterráneas, donde no abundan las vacas, es más común usar leche de oveja o de cabra, lo cual da un punto de acidez al queso. El queso castellano, el manchego, el roquefort, o el feta están hechos de leche de oveja. Un ejemplo de queso de cabra con denominación de origen es el queso majorero, elaborado en la isla canaria de Fuerteventura. También es posible mezclar distintas clases de leche, como en el caso del queso de Cabrales (Principado de Asturias, España), en el que se utiliza una mezcla de leche de vaca, oveja y cabra.
También se utiliza la leche de otros muchos mamíferos, como la de búfala en la mozzarella original (hoy en día se utiliza también la leche de vaca), pero es algo bastante más difícil de encontrar, en comparación con las leches ya mencionadas

 

 

Quesos frescos

 

Los quesos frescos son aquellos en los que la elaboración consiste únicamente en cuajar y deshidratar la leche. A estos quesos no se les aplican técnicas de conservación adicionales, por lo que aguantan mucho menos tiempo sin caducar. Su mantenimiento se podría comparar al de los yogures, pues es necesario conservarlos en lugares refrigerados. El hecho de procesar la leche en menor medida hace que tengan sabores suaves y texturas poco consistentes.
Con estas características, son utilizados como ingredientes para ensaladas, como el queso de Burgos, uno de los más consumidos en España. En Italia el queso por excelencia en las ensaladas es la mozzarella, que se elabora introduciendo la cuajada de la leche en agua caliente, de tal forma que se van creando masas en forma de bolas por efecto de la temperatura. En ciertas zonas del sur italiano se consume la mozzarella a las pocas horas de su elaboración. La mozzarella también es el más utilizado como ingrediente de las pizzas, sin embargo, para ello se utiliza una variedad más deshidratada, que no corresponde a un queso fresco.
También se utilizan quesos frescos en postres, o como ingredientes de salsas. El mascarpone italiano y el queso quark alemán son ejemplos de ello, con texturas muy cremosas.
Quesos curados.
El curado de los quesos consiste en el añejamiento de los mismos, en un proceso en el que se secan y adicionalmente se aplican técnicas de conservación, como el salado o el ahumado. El tiempo necesario para considerar a un queso como curado puede variar de uno a otro, pero en general se requiere un mínimo de año y medio o dos años.
El proceso de curado hace que obtenga una textura bastante más dura y seca, así como que se incremente la intensidad de su sabor, propiedad muy deseada entre los amantes del queso. Sin embargo, muchas personas no toleran los sabores fuertes, por lo que es fácil encontrar distintas variantes de curado para un mismo queso, catalogándolos normalmente como tiernos, semicurados y curados.
Ejemplos de quesos curados pueden ser el queso manchego o el gouda. Sin embargo, el gouda se suele exportar con un curado aproximado de medio año, mientras que en la Holanda Meridional se puede encontrar más añejo, pudiendo llegar a los dos años.
El grana-padano y el parmesano también se curan, pudiendo sobrepasar tiempos de tres años. Tienen una textura extremadamente dura, lo que facilita su consumo de forma rallada, como condimento o relleno de pastas italianas.
Recientemente se ha empezado a comercializar en España una variedad de queso en conserva, capaz de conservarse varios años sin abrir y sin ver variadas ninguna de sus características.

Quesos cremosos

El queso tiene un estado natural sólido, sin embargo es posible obtener una textura más cremosa aumentando significativamente la cantidad de nata, y por lo tanto de grasa. Estos tipos de queso se consumen normalmente acompañados de pan, siendo común el uso de los mismos en tostadas.
Ciertos quesos franceses tienen una gran tradición por su textura cremosa. El queso camembert, de características similares al brie, es uno de los más famosos, característico por su corteza blanca florida, consumida junto al queso y que le da un toque de sabor amargo. La denominación de origen de este queso lo obliga a comercializarse siempre de forma redonda, e incluido en una caja de madera.
Un tipo de queso de producción más moderna es el queso crema, comúnmente llamada queso philadelphia. Se trata de una crema blanca, distribuida en tarrinas similares a las de margarina o mantequilla. Se consume ampliamente en desayunos y postres, y una variedad de Estados Unidos es el ingrediente principal de algunas tartas de queso.
En la elaboración de postres se suelen usar cremas de queso, combinadas con sabores dulces. Un ejemplo de ello es la crema de queso mascarpone, muy usada en la elaboración de tiramisús. El queso quark también se usa en multitud de recetas de postre en la cocina alemana o austriaca.
También es posible encontrar quesos de textura semicremosa, pues no se puede considerar sólida ni crema, como la torta del Casar de Extremadura, en España. Este queso, aunque se puede consumir crudo, es típico por ser cocinado unos minutos al horno, de forma que quede total o parcialmente líquido. Al igual que el camembert, tiene una corteza florecida, consumida junto al queso por quienes gustan de sabores fuertes o amargos.

Quesos verdes o azules.

Estos quesos se distinguen por la presencia de mohos, los cuales les dan sus colores verdes o azulados. Quizá sea la variedad que más rechazo pueda causar a simple vista, debido al color y al fuerte olor, que puede recordar al de la descomposición. Sin embargo, su intenso sabor es uno de los más apreciados por los gourmets del queso.
Para conseguir la proliferación de los mohos hay que almacenar los quesos en lugares con humedades muy elevadas, normalmente del orden del 90%. Excelentes lugares para ello han sido tradicionalmente las cuevas. Los mohos que proliferan en los quesos normalmente son del género Penicillium, en el que varias de sus especies reciben el nombre del queso en el que se encuentran, como el Penicillium camemberti (en la corteza del camembert), o el Penicillium roqueforti, del queso roquefort. Una creencia popular totalmente falsa es que estos quesos contienen gusanos o larvas; el queso que los contiene es el queso de gusanos de Cerdeña.
Uno de los frecuentemente llamados "rey de los quesos" es el roquefort, producido en las cuevas francesas de Roquefort-sur-Soulzon, según marca su denominación de origen protegida. Otros quesos famosos por sus mohos son el queso de Cabrales asturiano, el queso stilton procedente de Inglaterra, o el queso gorgonzola italiano, que puede encontrarse en una variedad dulce (aunque ligeramente picante), y otra de sabor mucho más fuerte y picante.













Propiedades nutriasionales.

Los datos nutricionales del queso pueden variar en función de su contenido en grasa, pero en general se puede decir que es una rica fuente de calcio, proteínas, y fósforo. 100 gramos de queso manchego contienen 21 gramos de proteínas y entre 600 y 900 miligramos de calcio. Al tratarse básicamente de leche concentrada, hacen falta 600 gramos de leche para igualar esta cantidad de proteínas, y 550 gramos para la de calcio.
El queso también comparte con la leche sus problemas nutricionales, derivados del alto contenido en grasas saturadas, consistentes en triglicéridos y ácido graso saturado. Este tipo de grasas influyen muy negativamente en enfermedades cardiovasculares. El Centro de la Ciencia de Interés Público sitúa al queso como la primera fuente de grasa saturada en los Estados Unidos, en los que cada habitante consume de media unos 13,6 kg al año. Sin embargo esta cantidad es bastante más pequeña que la de países europeos como Grecia (27 kg) o Francia (24 kg), en los que se tiene un índice relativamente bajo de enfermedades del corazón. Este hecho se conoce como la paradoja francesa, y se apunta a que se pueda justificar.

Muchas agencias de todo el mundo advierten de los riesgos del consumo de quesos hechos con leche fresca (no pasteurizada). La Administración de Drogas y Alimentos estadounidense sostiene que los quesos de leche fresca pueden causar enfermedades infecciosas como la listeriosis, brucelosis, salmonelosis, y hasta incluso tuberculosis. En los Estados Unidos, una ley de 1944 obliga a todos los quesos de leche fresca (incluidos los importados desde 1951) a tener un curado mínimo de dos meses. Otros países no europeos también han optado por restringir legalmente el consumo de estos quesos, como Australia, uno de los más estrictos en ello, aunque recientemente ha abierto excepciones con los quesos suizos gruyer, emmental, sbrinz y también con el queso roquefort. Sin embargo, la pasteurización de la leche no es totalmente eficaz a la hora de evitar estos problemas, como se puede ver en los datos de intoxicaciones por consumo en Europa (donde en muchos países es legal el consumo de quesos frescos de leche no pasteurizada), y en los que la mayoría de casos apuntaban a quesos pasteurizados. Las precauciones con el consumo de quesos han de ser mayores en el caso de embarazadas, como señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, debido al riesgo de transmitir listeriosis al feto.
Estudios en el campo de la odontología afirman que el queso puede ayudar de forma significativa en la prevención de caries y otras enfermedades de los dientes. Se trata de uno de los alimentos con contenido más alto en calcio y fósforo, así como de caseína y otras proteínas, qué son los principales componentes del esmalte de los dientes, por lo que la ingesta de queso puede ayudar a su remineralización. Aparte de esto, algunos ácidos grasos tienen propiedades antimicrobianas, controlando así el nivel de placa. Muchos tipos de queso estimulan también el flujo salival, lo que ayuda a limpiar la cavidad bucal de restos de alimentos, amortiguando también el medio ácido. Después de las comidas el pH de la saliva desciende, pero el calcio y el fósforo del queso ayudan a prevenirlo.
Las personas que sufren intolerancia a la lactosa normalmente evitan consumirlo, sin embargo quesos como el cheddar sólo contienen un 5% de la lactosa encontrada en la leche entera, y en los quesos más añejos es prácticamente despreciable.

Elaboración

 

Cuajado

El único proceso estrictamente necesario en la elaboración del queso es el denominado cuajado, consistente en separar la leche usada en una cuajada sólida del suero líquido. El queso que se pretende obtener será básicamente la cuajada, a la que adicionalmente se le aplicarán otros procesos hasta dar con las características buscadas. Las formas más comunes de realizar la separación de la leche es añadiéndole algún tipo de fermento o cuajo y la acidificación. Para acidificar la leche se pueden emplear ácidos como el vinagre o el limón, pero actualmente es más frecuente el uso de bacterias, que convierten los azúcares de la leche en ácido láctico. Estas bacterias, junto a las enzimas que producen, también juegan un importante papel en el futuro sabor del queso tras su añejamiento. En la mayoría de quesos se emplean bacterias como las Lactococcus, Lactobacillus o Streptococcus. Los quesos suizos se caracterizan por el uso de bacterias Propionibacter shermanii, que producen burbujas de dióxido de carbono y dotan al queso de agujeros, como en el caso del emmental. Algunos quesos frescos se cuajan únicamente por acidificación, pero en la mayoría se usan también cuajos. El cuajo hace que tome un estado más consistente, en comparación con las frágiles texturas de las cuajadas coaguladas simplemente por ácidos. También permiten tener un nivel más bajo de acidez. Generalmente los quesos frescos y menos añejos se obtienen a partir de cuajadas con un mayor porcentaje de acidificación, frente al uso de cuajo, más significativo en quesos más duros, secos y curados. También se utiliza cloruro de calcio para favorecer la precipitación.

 

Procesamiento de la cuajada

En este punto, el queso ha adquirido una textura espesa y húmeda. Algunos quesos blandos estarían prácticamente listos, a falta de ser deshidratados, salados y empaquetados. En el resto de quesos, la cuajada se corta en pequeñas secciones, para facilitar la extracción del agua de las piezas individuales de cuajada.
En el caso de los quesos duros, se calientan a temperaturas entre un intervalo de 33ºC a 55 °C. De esta manera se deshidrata más rápidamente y también se consiguen sutiles cambios en el sabor final del queso, afectando a las bacterias existentes y a la estructura química de la leche. En los quesos que se calientan a temperaturas superiores se emplean bacterias termófilas, capaces de sobrevivir a ellas, como las Lactobacillus o Streptococcus.
La sal juega distintos papeles en la elaboración del queso, aparte de aportar un sabor salado. Puede emplearse para mejorar la conserva, y para afirmar la textura con su interacción con las proteínas. En algunos quesos la sal se aplica únicamente al exterior del queso, pero en otros casos se mezcla directamente con la cuajada.
Dependiendo del tipo de queso se aplican un gran número de técnicas específicas, que dan las características finales al sabor y a la textura. Se pueden citar como ejemplos el estirado y sumergimiento en agua caliente, hasta llegar a la textura fibrosa de la mozzarella; o el constante batido de la cuajada, limpiándola con agua para bajar el nivel de acidez muy lentamente, aplicado en quesos como el emmental o gouda.
Muchos quesos no adquieren su forma final hasta que son prensados en un molde. Cuanto más duro es el queso, mayor presión se le ha aplicado. La presión elimina humedad —los moldes permiten la fuga del agua— y hace que la cuajada se afirme en cuerpo sólido.

Añejamiento

 

Los quesos frescos ya estarían listos para consumir llegados a este punto, sin embargo, a la mayoría de quesos les queda todavía un largo periodo de añejamiento y curado hasta estar completamente listos. Durante el añejamiento dentro de los moldes, nuevos microbios se introducen en el queso, intensificando su sabor. Lentamente la caseína y la grasa se convierten en una compleja red interna de aminoácidos, aminas y ácido graso. Es habitual en algunas gastronomías que tras el añejado, se conserve en aceite.
Durante el proceso del curado también se le pueden aplicar otras técnicas de conservación y modificación del sabor, como el incremento de la sal introduciéndolo en agua salada, el ahumado, o incluso el sazonado con especias o vino. Un caso radical ocurre con el queso casu marzu de Cerdeña, cuyo proceso de añejamiento se realiza con larvas de la mosca del queso. Cabe anotar que este queso se puede consumir con las larvas adentro, y que actualmente su venta se encuentra prohibida por las autoridades sanitarias italianas, por lo que se consume clandestinamente.

Cocinado

Los quesos se comen normalmente crudos, aunque también pueden ser cocinados. Se consumen solos o con otros ingredientes. La grasa del queso tiene en temperaturas de frigorífico una textura dura, parecida a la de la mantequilla fría. Si el queso se encuentra a temperaturas cálidas, entre los 26 y 32 °C, la grasa se derrite y se suele decir que el queso "suda". En el momento del consumo es preferible que se encuentre a temperatura ambiente, aunque esto depende del tipo de queso de que se trate.
A temperaturas superiores a 55 °C la gran mayoría de quesos comienzan a fundirse, aunque los más duros, como el parmesano, necesitan unos 82 °C. Algunos son típicos por consumirse fundidos, como las fondue suizas. Se puede lograr que muchos otros hagan lo mismo en presencia de ácidos o almidón. Otros quesos se vuelven elásticos o viscosos cuando se funden, una cualidad que puede disfrutarse en platos como la pizza y el welsh rabbit. Algunos quesos se funden de modo dispar, separándose sus grasas a medida que se calientan, mientras que los pocos quesos cuajados con ácido, incluyendo el halloumi, paneer y ricotta, no se funden e incluso pueden endurecerse cuando son cocinados, a medida que se evapora el agua que contienen.
El queso como ingrediente es ampliamente utilizado, especialmente en la cocina italiana. Es un ingrediente fundamental de las pizzas, así como de lasañas y canelones. También es muy común que acompañe a los platos de pasta, ya sea como condimento, como relleno, o como ingrediente de salsas. También es frecuente encontrarlo en platos de la cocina mexicana, como las quesadillas, los burritos y tacos.













El queso procesado es uno de los condimentos más frecuentes en productos de comida rápida, como las hamburguesas y los perritos calientes.

También puede encontrarse en la repostería. El ejemplo más claro es el pastel de queso, pero también la crema de queso mascarpone, usada para hacer multitud de postres italianos, como el tiramisú.

El queso en la cultura popular

El queso es protagonista de multitud de fábulas y refranes:


Fábula del queso y el cuervo
Dárselas a alguien con queso
El pan sin ojos, y el queso con ellos
Con buen queso y mejor vino, más corto se  hace el camino.
Al que pide en exceso, le dan lo que envuelve al queso
No hagas comida con queso ni sin queso
El queso es sano, el que da el avaro
El queso y el barbecho en Mayo se han hecho






























                                 Quesos de México.

 

Los Quesos en México tienen una historia que comienza con la conquista española, ya que los productos lácteos eran desconocidos en la Mesoamérica pre-colombina. Los españoles trajeron el ganado lechero como vacas, ovejas y cabras, así como técnicas para la fabricación de queso. Durante el período colonial, la fabricación de queso fue modificada para adaptarse a los gustos mezclados entre los europeos y los gustos indígenas de los mexicanos, que varían según la región. Esta mezcla y las variaciones han dado lugar a una serie de variedades de quesos mexicanos. Estos son los más populares en el país, a pesar de que algunos quesos europeos se hacen también. Casi todos los quesos en México se hacen con leche de vaca y algunos hechos con leche de cabra. Recientemente se han realizado esfuerzos para promover los quesos hechos con leche de oveja. Los quesos se hacen en el hogar, en pequeñas granjas o ranchos, y por las principales empresas de productos lácteos. Hay aproximadamente entre veinte y cuarenta variedades diferentes de quesos en México, dependiendo de cómo se clasifica. Algunos, como el Oaxaca y panela, se realizan en todo México, pero muchos son quesos de la región conocida sólo en algunos sectores del país. Algunos de los menos comunes se encuentran en peligro de extinción.



                      Historia en México


Antes de la llegada de los europeos, la dieta mesoamericana no incluía a los productos lácteos, por lo que la fabricación de queso era desconocida. Los conquistadores españoles trajeron las vacas, cabras y ovejas al Nuevo Mundo, cambiando permanentemente los hábitos alimenticios de México. Los españoles también trajeron las técnicas para hacer los quesos de su tierra natal, tales como el manchego. Con el tiempo, la mezcla de los pueblos europeos con los pueblos indígenas y sus tradiciones incluyeron la modificación de los quesos para adaptarse a los gustos mestizos. Esta adaptación, que varía de una región a otra, ha dado lugar a la variedad de queso que se produce hoy en México. Aunque que la fabricación de queso, especialmente la casera, ha sido una actividad muy difundida desde la época colonial, las primeras regiones conocidas por sus quesos fueron los Altos de Jalisco y la comarca lagunera en el área de Coahuila y Durango. Estas dos áreas son hasta hoy grandes productores de queso y otros productos lácteos Hoy en día, las principales zonas productoras de queso también incluyen Chihuahua, Oaxaca, Querétaro, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí, Michoacán, Puebla, Tlaxcala, Toluca y Chiapas.
A pesar de siglos de experiencia en la elaboración del queso, México va a la zaga de Europa, tanto en cantidad como en variedad. La mayoría de los quesos elaborados en el país se realizan por negocios pequeños y granjas que utilizan leche bronca y venden sus productos localmente. Mientras que algunos quesos, como el Chihuahua. Y el panela, se han convertido en serie y son elaborados con leche pasteurizada, la mayoría todavía se hacen a nivel local con la leche bronca Los quesos mexicanos no se han normalizado, ya sea por tipo de proceso o de calidad.
Esto ha llevado a una serie de casos de intoxicación alimenticia relacionada con el queso, especialmente envejecidos, quesos "frescos". Los casos de tuberculosis y otras enfermedades relacionadas con el queso hecho en México han llevado a fuertes restricciones contra la importación de los mismos a través de la frontera de los EE.UU. o junto con los que viajan por aire a través de los aeropuertos de EE.UU. Los quesos más problemáticos han sido el panela, asadero, queso blanco, y el ranchero, ya que no se envejecen y a menudo se hacen con leche sin pasteurizar En el 2008, el Diario Oficial de la Federación publicó el proyecto de Norma Oficial Mexicana, siendo uno de sus propósitos el mejorar el control sanitario de los quesos producidos en el país. Una de sus principales disposiciones es la prohibición de los quesos elaborados con leche bronca. Sin embargo, los críticos afirman que la pasteurización no es la única manera de protegerse contra enfermedades transmitidas por los alimentos y que el proceso destruye las bacterias beneficiosas que afectan el sabor de los quesos. Esto es especialmente cierto de los quesos curados pesar de ello, los quesos mexicanos y el estilo de quesos mexicanos se han vuelto más comunes en los estantes de supermercados en los Estados Unidos. Hasta hace poco, sólo los quesos bastante comunes estaban disponibles, sobre todo en los restaurantes mexicanos, tales como el Cotija, espolvoreado por encima de ciertos platos, y el queso Oaxaca, derretido en las tortillas. Ahora, las compañías en los EE.UU. están creando muchos de los quesos frescos y los añejos de México, llegando incluso a intentar la producción de las variedades menos conocidas.
Algunos quesos llegaron en barcos del mediterráneo al continente americano, regularmente a países como México, Uruguay y Argentina

 

 

                        Producción y distribución.

 

México ocupa el décimo lugar en el mundo en la producción de queso y el octavo para el consumo. Agrupados junto con Argentina y Brasil, México es parte de una región que es el tercero en la producción de queso, por detrás de Europa y EE.UU. Las ventas de queso en México fueron 218.000 toneladas en 2003, con quesos frescos (no añejos) que representaban más del tercio de una parte del mercado, el segmento más grande. Sólo 126.200 toneladas de queso que se consume en el país ese año fue de producción nacional, con el resto importados. El 10% de la producción de leche en el país se dedica a la fabricación de productos lácteos, la mayoría de los cuales es el queso La gran mayoría de los quesos se elaboran con leche de vaca. Hay una serie de quesos elaborados con leche de cabra que no son tan populares y se han vuelto más difíciles de encontrar en los mercados.
En Chiapas, personal de la Universidad Autónoma de Chiapas han estado investigando un queso español llamado La Serena, que se realiza en la región de Extremadura con el objetivo de crear un versión certificada del mismo en México. Esto incluye la importación y el aumento de la ovejas merinas, así como el aprendizaje de los métodos detrás de este queso. La razón detrás de este esfuerzo es porque gran parte del estado tiene un clima similar al de Extremadura, por lo que el criado de esta oveja es posible. Los investigadores han encontrado que no sólo puede reproducir queso de La Serena, pero producen una serie de otras variedades también. A pesar de su capacidad de producir leche para hacer queso, la mayoría de las ovejas en México se crían para la lana y la carne. Las ovejas merinas han sido criadas para la producción de leche
Todos los quesos mexicanos están elaborados con leche no fermentada, y casi todo se hace a partir de leche de vaca, con el resto de la leche de cabra. La mayoría son quesos "frescos”, lo que significa que a diferencia de los quesos añejos, que son curados durante semanas o meses, estos quesos se envejecen sólo unos días. Este no es tiempo suficiente para cambiar el equilibrio del pH del queso para matar las bacterias dañinas que pueden haber estado en la leche bronca (no pasteurizada) en el inicio del proceso.
Hay una variedad de entre veinte y cuarenta diferentes tipos de quesos elaborados en el país con unos pocos hechos en gran volumen, tales como Chihuahua y Oaxaca. Sin embargo, la mayoría son puramente de carácter regional, con el menos común de estos en peligro de desaparecer. Sólo dos quesos están protegidos por la ley, Cotija y "queso de bola" de Ocosingo, Chiapas. Dado que la producción de quesos Chihuahua y Oaxaca se ha establecido fuera de estos estados antes de la protección legal, ya no es posible hacerlo. Otros quesos han solicitado esta protección, tales como el queso molido de Zacazonapan, Estado de México, queso ranchero de cabra de la Perote, Veracruz, el queso molido y añejo de la Tepalcatepec, Estado de México, el queso porta de Tabasco y queso crema de Chiapas.
Los productores varían desde las grandes fábricas, que suelen producir las variedades más comunes para los supermercados y otros grandes, a los pequeños agricultores de los quesos artesanales. Algunos de los productores más conocidos son los principales Chilchota, Covadonga, Wallander, Esmeralda y Los Volcanes. Chilchota fue el mayor productor en 2003. Desde entonces, Grupo Lala se ha convertido en el mayor productor en México y el segundo más grande en los Estados Unidos a partir de 2009. Lala opera en más de 35 plantas de fabricación y 160 centros de distribución en México, Centroamérica y los EE.UU. La producción masiva de queso generalmente se venden en los supermercados y grandes mercados tradicionales en los envases modernos y su calidad no se considera tan bueno como los realizados por pequeños negocios.
En algunos de los mercados más tradicionales, como Coyoacán y San Juan, en Ciudad de México, los quesos artesanales de las pequeñas granjas locales se pueden encontrar. En Chihuahua, el queso se hace con el ganado descendientes de aquellos que los españoles trajeron y su producción sigue siendo una parte importante de la cultura. La mayoría de queso aquí a menudo se lleva a cabo en el hogar o en los ranchos, donde los ganaderos se levantan temprano para iniciar el proceso de ordeñar las vacas y terminar con quesos como el queso ranchero, requesón, panela y otros. Quesos de producción local o quesos artesanales se pueden encontrar en "Puestos de queseros", se envasa en cestas y aros de madera, envuelto en hojas de maíz, o se comprimidos en discos planos de gama blanca. Algunos productores de queso de especialidad han sido invitados a competir a nivel internacional. La familia de Carlos Peraza ganó una medalla en la Cofradía de Quesos de San Maure en Touraine, Francia. En Baja California un país de vino, un queso de notable interés es La Cava de Marcelo. Este negocio de quesos tiene el nombre del propietario, Marcelo Castro Ramonetti, quien es un fabricante de quesos cuarta generación, cuya familia llegó a México desde Suiza en 1911. Las instalaciones se encuentran a cuatro metros bajo tierra, mide 360 metros y está hecho de cristal y piedra. Ha sido visitado por los turistas de alimentos de todo el mundo y que figuran en los sitios de Internet tales como chow.com. La sala de degustación tiene cuarenta personas y las bodegas tienen 10.000 piezas de queso. Las instalaciones se especializan en ofrecer quesos a los restaurantes gourmet y tiendas en México.
El Queso hecho en casa se sigue haciendo en el país, que a menudo se refiere despectivamente como "queso de bañera".
El festival de vino nacional y queso, Feria Nacional del Queso y El Vino, se realiza anualmente en Tequisquiapan, Querétaro a finales de mayo y principios de junio. El evento celebra la tradición de la zona de vinos y quesos, pero también invita a los participantes de otras partes de México y el mundo La abrumadora cantidad de queso que se produce es de tipo nativo, pero algunos de los estilos puramente europea como el feta, español manchego (de leche de cabra), San Maure and camembert, también se hacen. El estado de Guanajuato es conocido por su reproducción de quesos europeos, especialmente los de Francia

Las variedades del queso nativo.

 

Hay entre veinte y cuarenta variedades de quesos elaborados en México. La razón de la incertidumbre es que las diferentes regiones pueden tener nombres diferentes para el mismo queso o quesos llamados por el mismo nombre. La mayoría de las variedades más populares son los quesos frescos, como por ejemplo queso fresco, panela y asadero. Los dos quesos añejos más populares son Cotija y Chihuahua Cuatro quesos producidos en México son invenciones totalmente mexicanas: Oaxaca, Cotija, Chihuahua y manchego. El último comparte su nombre con el queso español, pero en España se hace con leche de oveja y en México manchego se hace con leche de vacas o de vaca y leche de cabra. Muchos de los quesos de México son especialidades regionales, pero los más comunes se mencionan aquí, son conocidos y hechas en todo el país. La mayoría de los quesos se utiliza para los platos principales como condimento y no como un principal ingrediente.
El queso mexicano más básico es el queso fresco, de la que otros quesos como el panela, adobera y Oaxaca se han derivado. Este queso se elabora con leche entera pero es relativamente bajo en grasa y colesterol Este es un queso blanco esponjoso, cuyos orígenes se remontan a Burgos, España y utiliza principalmente para espolvorearse sobre los platos. Este queso se hace en casi todas partes de México, con poca variación. Panela es otra variedad de queso blanco de leche fresca con poca grasa o colesterol. Los orígenes de este queso se remontan probablemente a los Balcanes o en la península italiana, pero se han modificado de manera significativa a los gustos de México. Se elabora con leche descremada, dándole una textura bastante firme, con un sabor dulce/ ácido. En los mercados tradicionales, este tipo de queso se vende a menudo en las cestas en las que ha sido moldeado, dándole el nombre alternativo de queso canasto. A menudo se sirve frío, como parte de un aperitivo o una bandeja de aperitivos. También se encuentra en los sándwiches. Se encuentra en la mayor parte de México.
Queso blanco, también llamado queso sierra o enchilada queso es un queso cremoso blanco hecho con leche de vaca desnatada y ha sido descrito como un cruce entre mozzarella y queso cottage. A menudo es hecho en casa con el jugo de limón como el coagulante, dándole un sabor cítrico. Comercialmente, se hace con cuajo. Se ablanda cuando se calienta pero no se funde.
Requesón es un queso suelto, se obtiene precipitando con calor las proteínas del suero. Tradicionalmente, este tipo de queso se vende en los mercados envuelto en hojas de maíz fresco. Tiene un sabor no salado y se utiliza para enchiladas, tostadas, queso para untar, dulces y mucho más.
Queso manchego se introdujo a México desde la región española de La Mancha, pero su sabor es muy diferente ya que en México está hecho con una mezcla de leche de vaca y leche de cabra, en lugar de leche de oveja. Tiene un sabor a mantequilla y se derrite también. Este queso se hace disponible en todas partes de México y se puede encontrar en los Estados Unidos. Por lo general, el queso manchego no se añeja, pero hay una versión añejada llamado queso manchego añejo. Esta versión es más firme y es más intenso en sabor. A menudo se sirve rallado sobre los platos. En el norte de México,  este queso puede ser llamado asadero. En otras partes de México, queso asadero es un queso diferente, blanco semi suave y buena para la fusión. A menudo se utiliza para hacer un plato llamado queso fundido, similar a una fondue, así como quesadillas. Mientras que las versiones se fabrican comercialmente en otros lugares, El es realizado en Cotija, Tocumbo y Los Reyes en Michoacán y [[Quitupan] ], Santa María del Oro y Jilotlan de los Dolores en Jalisco. Estas comunidades se encuentran en la Sierra de Jal-Mich, a caballo entre los dos estados. Para recibir este reconocimiento, el queso debe ser elaborado con leche pasteurizada para prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos. Este queso de cabra se desarrolló en México, tiene un sabor y textura similar al queso de Italia parmesano. Tiene un tono de luz dorada y aroma que pronuncia leche agria. Es un promedio de añejamiento de 12 meses y, a veces las ruedas están cubiertos con una pasta chile para evitar el moho. Por lo general, es salpicado en los platos como un acento, pero se puede utilizar para darle sabor a las pastas y ensaladas. Este queso es muy popular en los Estados Unidos, donde es importado como hecho en el país. Sin embargo, los EE.UU. hizo una diferencia notable de su homónima mexicana, los productores estadounidenses añaden enzimas para acelerar el proceso de envejecimiento.
Queso crema o crema doble se prepara con leche de vaca enriquecida con crema adicional. Se trata de untar y su utiliza a menudo para preparar postres.
Queso añejo (queso, literalmente, con años) es la versión de edad de queso fresco. Se clasifica como un queso suave, pero también los de mayor añejo pueden llegar a ser bastante firmes y salados. Se utiliza principalmente como guarnición. Queso añejo también se puede encontrar con una capa de chile o "enchilado".
Queso Oaxaca se originó en el estado de Oaxaca, pero ahora se hace y se come  en casi todos lados de México y por lo general sólo se encuentran en México. Se trata de un suave queso fresco que se extiende, es hecho con leche de vaca, como el queso asadero pero el pH del queso se ha modificado a 5,3 con el fin de conseguir la textura fibrosa., Posteriormente con las cuerdas, el queso se enrolla en bolitas. El queso puede ser fundido en especial para las quesadillas, pero se come a menudo se separan o rallado en la parte superior de los platos preparados. El queso Oaxaca se puede utilizar en lugar de mozzarella en las ensaladas.
Queso de bola o queso Ocosingo se produce sólo en Chiapas, aunque en otras zonas del país se conoce como tal al queso edam. Se elabora con leche de vaca y se le añade crema extra. Tiene un sabor fuerte con una textura cremosa y desmenuzable y de color amarillo claro. Se prepara con una capa de cera y después de un largo período de envejecimiento, se produce una cáscara dura. Esta concha es a menudo ahuecado para ser llenado con la preparación de la carne, luego se cubre con hojas de plátano y al ser cocinado se realiza plato llamado "queso relleno". La cáscara dura que produce el queso de Ocosingo es similar a la del queso edam.
Además de los quesos mencionados, hay una gran cantidad de quesos de la región, en su mayoría realizados en una escala pequeña y poco conocida fuera de sus regiones o comunidades. Porta Salud es un queso añejo de pasta semi-duro, que tiene un fuerte sabor y un color anaranjado.  Queso jalapeño es un queso suave de leche de vaca con pedacitos de chile jalapeño que se sirve frío o derretido en quesadillas. Queso criollo es un queso semi rígido amarillo pálido que es una especialidad de Taxco, Guerrero. Queso corazón es un queso de Chiapas, que es una especie de queso crema muy húmedo. Recibe su nombre del hecho de que tradicionalmente se moldea en forma de corazón, pero los productores más modernos ahora lo realizan con un molde rectangular. Queso Zacatecas es un queso curado que por lo general es duro por fuera y un poco suave en el interior, y negro con un tinte de color amarillo. Se desmorona y no puede ser cortado. En su lugar, se sirve rallado. Queso molido, también llamado queso prensado es a veces cubierto de una pasta de chile rojo. Queso Costeño es una especialidad del estado de Guerrero. La textura de este queso es desmenuzable y sabor dulce o ligeramente a la leche agria. Normalmente, es de color blanco.
Hay una pequeña zona de Veracruz alrededor de La Joya, que es conocida por sus quesos ahumados. Estos quesos se elaboran con leche entera-bronca de vaca y se presuriza después de cuajar. El queso se sirve a menudo con jamón, pimientos, epazote y astillas de jalapeños. Otro tipo de queso de Veracruz que se llama "Marqueta." Es un queso blanco, que es a menudo cubiertas con pasta de ají La Yucatán también es producido un tipo de queso bola, aunque esta versión es más dura y está lleno de pequeños agujeros irregulares. Otro tipo que aquí se llama queso de barra, que es similar a la panela.




El Quesonrisas.

 

Nuestro queso se origino en un pueblo llamado Parangaricutirimicuaro, a mediados del siglo XXII, este queso fue un invento original de los pobladores del pueblo campesino llamado el mil sonrisas, este señor era llamado así por toda la gente que habitaba en el pueblo, este hombre tenia la cualidad de que a pesar de todos sus problemas, el campesino siempre sonreía sin ningún problema. Este campesino era muy amado por todos los pobladores, desde el mas pequeño habitante, hasta el mas viejo. Este señor, tenía la capacidad que si otra persona estaba triste, el campesino veía la manera de hacerlo cambiar a un estado de ánimo que nadie conocía. Todas las personas que lo conocieron, pueden decirnos que cada vez que iban a visitarlo este señor les regalaba comida, en especial el queso, ya que el queso era el alimento preferido del campesino, pues el decía que a pesar de ser solo un Queso, podría convertirse en un verdadero alimento, con grandes propiedades nutritivas, y que puede ser usado en cualquier tipo de alimento, ya sea desde una botana, hasta un platillo de alto nivel.

El campesino decidió convertir un queso cualquiera a un alimento especial, que cambiara el estado de ánimo de las personas, un alimento que hasta el más pequeño ser pueda consumir, y pueda cambiar su actitud diaria, con este fin fue por el cual el señor decidió inventar un queso. Así fue como nació el Quesonrisas.